10 oct 2010

Fuiste y serás un domingo de resaca.

Esta mañana desperté, y me asustó verte de nuevo en mi cama, me molestaron tus perfectos rizos negros, tu maldita barba de tres días, tus malditos ojos corrientes pero que me encanta como me miran, me molestaron los lunares de tu espalda, y la maldita ancla tatuada en tu brazo. Me molestó el piercing de tu pezón. Me molestó tu ropa tirada en el suelo, tu camisa a cuadros, esa que tanto me gustaba ponerme cuando saltábamos de la cama para almorzar y con la que corría por toda la casa, descalza, hasta que tú me pillabas y me rodeabas con tus brazos. Me molestaron tantas cosas esta mañana... Me molestó, también, el olor de tu perfume, ese que tanto me pone, me molestó ser una cínica. No se lo digas a nadie, no digas que volví a caer, ya sabes que nunca me ha importado lo que los demás piensen de mí, pero esta vez no quiero que digan que soy tu perra, ni que eres un maestro, porque no quiero tener que esconderme bajo la tierra como el avestruz. 
Me molestó ver lo borracha que acabé anoche, y me molesta tenerte de nuevo aquí, ahora preparándome café y yo con este dolor de cabeza, con una resaca de tres pares de narices... Me molesta que seas un domingo de resaca. 
 Te odio, querido. Audio: Cheers darlin´-Damien Rice

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